miércoles, 25 de noviembre de 2009
¿Existe el Ecoturismo?
















Cuando uno comprueba que muchas de las ofertas vacacionales utilizan el término "ecoturismo", uno piensa en "lavado de imagen" en el sector turístico. Sin embargo, este término nación de forma peyorativa en los 80 para describir las típicas tarjetas de hotel que piden a sus huéspedes que reutilicen sus toallas "en beneficio del medioambiente", cuando no hacen nada para promover el reciclaje de basuras, y posiblemente, sólo lo hagan para ahorrar en lavandería.

Desde entonces, se ha avanzado mucho, pero todavía se "venden" destinos con una falsa "eco etiqueta". Ejemplos son nadar con delfines cautivos, y viajes de caza con cuotas "sostenibles". Tanzania ha sido criticada por la venta de tierras ancestrales a monopolios a precio de saldo, dejando a las tribus locales sin techo.

A menudo, se confunden ideas sostenibles, como transportes poco contaminantes, con ecoturismo. Un autobús consume 6 veces menos energía que un avión, pero ésto no lo hace ecoturismo.

Si hacemos distinciones no es por pedantería. Ecoturimo no tiene una definición legal definitiva, pero incluye conceptos como Conservación Natural y Preservación del Medioambiente, basándose en la educación respecto a la naturaleza, sostenibilidad manejable y la contribución del medio. También es importante la escala, debiendo elegir un proyecto pequeño y manejable y que sirva para apoyar la economía local. Los destinos genuinos siempre promoverán viajar menos en avión. Un ejemplo típico es una introducción a la selva del Amazonas, alojándose en una cabaña en Perú, construida con materiales autóctonos, y que sea propiedad de la comunidad.

Podemos concluir diciendo que el verdadero ecoturismo debe incluir el cálculo se cuantos visitantes puede soportar un habitat. Un ejemplo famoso son las Islas Galápagos, que emplean cuotas, lo que garantizan a los viajeros espontáneos, salvando a uno de los habitats más vulnerables del mundo.

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