Hola a todos: Felicidades por la web. Sólo quería deciros que mi hijo Tomás nació hace 6 horas. Peso 3 kilos y medio y midió 48 cm. Esté en perfectas condiciones.. como sus felices padres. Por cierto, tengo un coche eléctrico… y el asiento del bebé cabe perfectamente. Guillermo Tarazona
Respecto a lo que ha escrito Rosa, me gustaría comentaros que hace un aňo decidí invertir dinero en aislamiento de ventanas y puertas, y ajustar el calentador. Ahora ahorro un 30% de energía, y un pastón de dinero al mes. Realmente, merece la pena. Fernando Egea
En los tres aňos que llevo viviendo en este piso, siempre creí que el sistema de regulación de mi calentador prevendría cualquier malgasto de energía durante el verano, cuando no se usa la calefacción. Totalmente equivocado. Desde que apagué la calefacción sólo ahorro un 30% de energía. Me siento muy tonto por no haber revisado el calentador, y haber tirado el dinero a la basura. Diego Marcuello
5 comentarios:
Me encanta!!! Gracias por ponerlo en el Blog.
Me encantan vuestra web y los artículos. Soy miembro del 70% de la humanidad que quiere mejorar las cosas. Gracias por sacar a la luz estos temas.
Hola a todos:
Felicidades por la web. Sólo quería deciros que mi hijo Tomás nació hace 6 horas. Peso 3 kilos y medio y midió 48 cm. Esté en perfectas condiciones.. como sus felices padres. Por cierto, tengo un coche eléctrico… y el asiento del bebé cabe perfectamente.
Guillermo Tarazona
Respecto a lo que ha escrito Rosa, me gustaría comentaros que hace un aňo decidí invertir dinero en aislamiento de ventanas y puertas, y ajustar el calentador. Ahora ahorro un 30% de energía, y un pastón de dinero al mes. Realmente, merece la pena.
Fernando Egea
En los tres aňos que llevo viviendo en este piso, siempre creí que el sistema de regulación de mi calentador prevendría cualquier malgasto de energía durante el verano, cuando no se usa la calefacción. Totalmente equivocado. Desde que apagué la calefacción sólo ahorro un 30% de energía. Me siento muy tonto por no haber revisado el calentador, y haber tirado el dinero a la basura.
Diego Marcuello
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