El mercado pone escollos a la producción artesanal, cada vez más solicitada por el consumidor. Producir respetando el entorno y lograr cultivos saludables y en condiciones laborales dignas son los principios básicos de la nueva agricultura, que en el fondo no es más que volver a "la de toda la vida" pero incorporando métodos modernos de trabajo.
Cada vez más los consumidores quieren los productos de huerta y campo logrados de este modo, pero los productores se topan con las trabas que les ponen las grandes cadenas de distribución de alimentos, que tienen más interés en vender una producción barata y de origen en ocasiones incierto, que una materia prima de calidad, producida en pequeñas cantidades y con un precio justo para el cosechero.
La mejora de los canales de distribución, en un momento en que la producción ecológica es cada vez más demandada, es el principal reto de estos agricultores, que aseguran que las producciones ecológicas actuales se quedan ya pequeñas. El reto ahora es lograr abastecer a este mercado emergente de productos ecológicos. Una de las soluciones sería externalizar la distribución.
El "boom" de las tiendas de productos ecológicos no ha ido aparejado a un "marketing" adecuado de distribución, señalaron algunos de los asistentes desde el público, al contrario que ocurre en otros lugares, como Cataluña, donde los productores de agricultura ecológica se han organizado para distribuir sus cosechas. Los menús de los comedores escolares y empresas son también objetivos inmediatos de estos productores.
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